¿Por qué no es buena idea traer a tus padres a una entrevista de trabajo?
Numeramos lo que no se debe hacer en una entrevista con objeto de que encuentres tus fallos y destaques tus virtudes a la hora de enfrentarte a una entrevista de trabajo. De esas 14 claves que expusimos nos ha llamado la atención la cantidad de jóvenes que acuden a la entrevista con sus padres o tutores legales. No se trata de un problema de transporte. Es lógico que a veces necesitamos que nos lleven. El problema radica en que los propios padres son partícipes en la entrevista personal. Una entrevista personal es trata de una reunión personal, entre el empleador y solicitante. Los padres que acuden a la entrevista con su hijo/a es lo que se conoce como padres helicóptero. Los padres helicóptero intervienen y dirigen a sus hijos. En un proceso de selección, que acudan los padres, solo ayuda a no ser contratado. Los padres intervienen excesivamente en el proceso, inquiriendo a los entrevistadores o pidiendo explicaciones a los empleadores. Son una influencia perjudicial para los candidatos. Cuando hablamos de padres también hablamos de cualquier acompañante, familiares o amigos. En la entrevista se tiene que ver la madurez. Ir con tus padres da una imagen de falta de independencia. Entendemos que estar junto a una persona con experiencia aporta la seguridad de que lo que elijas es justo y bueno. Más que presentar a tus padres, lo que debes hacer es: prestar atención, consultar dudas relacionadas al trabajo, tomar anotaciones (ideas claras)… Una vez fuera de la entrevista, busca consejo. El primer encuentro personal con la compañía no se trata de un acuerdo o contrato. El objeto es obtener información del uno y del otro. Muchos más pasarán por el mismo proceso. No tienes que decidir nada en esa entrevista, por lo que tienes tiempo a valorar si te interesa o no el puesto. No necesitas a tus padres, eres mayor para captar información y aportarla. En el momento que te escojan ya habrás tenido el tiempo suficiente para saber si te conviene o no.